Cáceres fue una de las ciudades más
importantes controladas por el Bando Nacional en la Guerra Civil española.
Incluso fue cuartel general de Franco desde el 26 de agosto de 1936, donde se
instaló durante 38 días en el Palacio de los Golfines de Arriba. Además, aquí
se instaló la Legión Cóndor alemana que vino a apoyar a los sublevados. Por
todo ello la ciudad sufrió su famoso bombardeo el 23 de julio de 1937. A las
9:30h cinco aviones soviéticos Tupolev SB2, usados por el bando republicano,
lanzaron 29 bombas sobre las inmediaciones de la iglesia de Santa María,
matando a unas 30 personas e hiriendo a otras 70.
Cáceres estaba custodiado por una serie de garitas de vigilancia comunicadas por radio en todo momento, con el puesto existente en el Santuario de la Montaña. Esa mañana ni la comunicación ni las sirenas antiaéreas funcionaron porque fueron saboteadas, como os detallaré más abajo.
Sabemos que no era la única, pero
sí que es la única que nos ha llegado, y en bastante buen estado de salud. Seguro
que todos la hemos visto cuando subimos a ver a la Virgen o visitamos la Ermita
del Cristo del Amparo, pero casi nadie le habrá dado el valor que tiene como
parte de la memoria histórica. Esa memoria histórica que no debe servir para
lanzarse a la cabeza, sino que debe ser un punto de unión para evitar cometer
los mismos errores del pasado y evitar que sucesos como aquellos se repitan.
En
esta garita los soldados vigilaban nuestros cielos en constante comunicación
con el aeródromo del ferial por radio, para disponer las defensas antiaéreas si
fueran necesarias y frenar así un posible nuevo bombardeo que nunca sucedió, y
no sabemos si no volvieron a caer las bombas en nuestras calles, gracias a los
ojos que miraban desde esta garita de la carretera de la Montaña, que hoy os he
querido enseñar, Al Detalle.
ACTUALIZACIÓN 9 DE JULIO 2017
Gracias a las indicaciones del prestigioso investigador cacereño Serafín Martín Nieto, he podido leer el interesante artículo, del ya desaparecido Antonio Rubio Rojas, en el que se detalla las revueltas de la Nochebuena del año 1937. En esta historia de un posible "complot" contra el control Nacional de nuestra ciudad, se habla de las defensas antiaéreas de Cáceres y cómo éstas fallaron en el bombardeo de julio de ese año. A continuación extraigo unos fragmentos de este artículo que complementan la información de este post.
"Aquella defensa antiaérea contaba con posiciones, como atestiguan todavía
las ruinas de la garita del Cerro del Amparo o la que llegué a conocer en
el cerro, existente tras el Edificio de las Escuelas Normales de la Avenida de
la Montaña.
Todas estas garitas estaban comunicadas telefónicamente con el puesto de
observación situado en el Santuario de Nª. Sª, de la Montaña, comunicación
que en la mañana del 23 de julio no funcionó, como tampoco funcionarían
las sirenas encargadas de dar la alarma; culpándose de ello a una telefonista
que saboteó la comunicación, siendo uno de los observadores, concretamente
Manuel López López, quien se dio cuenta de tal adversidad, emprendiendo
veloz carrera para comunicar a la batería del Amparo que eran aviones
enemigos y que dispararán, cuando el ataque aéreo a la ciudad era ya cruda
realidad"
"...aquel día de Nochebuena
de 1937 llegó por ferrocarril,
procedente de Cádiz, con los elementos
de los antiaéreos a montar,
para la defensa de Cáceres, y una
sección de soldados de artillería,
encargados de su custodia, emplazamiento
y vigilancia, pero sin fusilería
para defenderlos, ni otra arma corta
que la pistola reglamentaria de aquel
oficial."
Aunque las obras de la Ronda Sureste pasas muy cerca de ella, en principio la idea es conservarla en una especie de mirador, y así de esta manera, preservar un testigo humilde de nuestro pasado que tiene una gran historia que contar.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Se ve todavía, ahora el mirador ?
ResponderEliminarGracias
Hola Paqui¡¡¡ Gracias por comentar¡¡ Sí, sí, aún está ahí la garita, y aunque está todo de obras, permanece, creo que finalmente no la tirarán. Un saludo¡¡
EliminarLo he visto, gracias ! Protegido abajo de dos arboles con una cuerda roja y blanco...parece que ellos lo guardarán. Bien.
ResponderEliminarHasta luego.